«Tiene la elegancia del erizo: por fuera está cubierta de púas,  una verdadera fortaleza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalillos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes” Libro La elegancia del Erizo

Hace unos días llegó hasta el CROA un nuevo habitante. Una eriza que había estado un tiempo en cautividad. Es un ser fascinante, cauto y bastante tímido, por lo que a veces, esperamos durante largos ratos para poder ver su naricilla debajo de esa impresionante cubierta de púas, que le ayudan a defenderse de los diferentes peligros. Le hemos realizado una revisión veterinaria y vamos viendo como evoluciona. Por el momento todo está bien, así que sino hay cambios en unos días la soltaremos para que pueda vivir en libertad y tener una vida plena en la naturaleza, que es lo que ella desea y nos transmite a través de su actitud y energía.

Como todos los animales, el observarlos, el contacto con ellos nos transmite diversos conocimientos, si somos lo suficientemente humildes para asimilar sus enseñanzas. Os dejamos una pequeña leyenda sobre los erizos, que no deja de ser eso, una leyenda, pero que nos ha parecido interesante.

«Durante la Edad de Hielo, muchos animales murieron a causa del frío. Los erizos, dándose cuenta de la situación, decidieron unirse en grupos. De esa forma se darían calor y se protegerían entre si. Pero hubo un problema, las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, por lo que decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados.

Así que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra. Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos, aprendiendo a convivir con las pequeñas heridas que la relación con sus semejantes les causaba. De esta forma pudieron sobrevivir»

La moraleja de esta leyenda, la enseñanza que nos transmiten los erizos, es que no se trata de tener relaciones perfectas, sino que todos somos diferentes, y que debemos aprender a convivir con los defectos de los demás y apreciar sus cualidades.